jueves, 9 de abril de 2009

Abriles juevosos domingueros

Si existiese un puente que conectase la imagen de una chica de respuestas indolentes con la estampa de un mal despertar, sería el mes de Abril. Tan pétreo y a la vez tan húmedo, tan apático como silencioso. Efectivamente, como un sosiego mórbido, una calma que aguijonea y embrutece. Y ayudándose de su parsimonia desquiciante, resulta difícil detenerse a saborear el café de diario, y la ducha de las tardes a las ocho. Provocando que la taza sepa a agua de grifo, minutos antes de regar la tina de cafeína con las sacudidas de un teléfono que se precipita violentamente contra la cerámica fría.

A su vez, si me creen cuando les escribo y perjuro que el domingo es el primo-hermano deforme de los sábados y que el lunes es el bicho Gruñón de los siete enanitos, podremos aceptar que los jueves son los domingos de entre semana, y los jueves de Abril son como los lunes, pero más lunes que los propios lunes. Son pastosos y antipáticos. Sádicos como el guardian que escupe los barrotes de una celda oscura. Fechas abotagadas y cercanas al vómito. Así ha sido el jueves 9 que nos ha abandonado una vez más, para seguir flotando en descomposición sobre un charco. Esperando su desdichado regreso.

Y como no le haríamos asco a los caramelos de fresa, aún a sabiendas de que los de limón tienen mejor sabor, tampoco rechazaremos este viernes que empieza. Pues aún oliendo fuertemente a Abril, es igualmente viernes. Disfruten como puedan de este mes, y resguárdense de los llantos de los jueves. Tómense el café sin azúcar, y dúchense con agua tibia. Aprovechen el tiempo, y léannos poquito.

Mantequilla

2 comentarios:

  1. Hola. Mi blog tampoco tiene futuro.

    Nos llevaremos bien.

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  2. Mantequilla (adoro la mantequilla), los de naranja son los más ricos del mundo.

    Qué asco, los de limón dice. Ay que me añurgo.

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